UN SENTIMIENTO TRAIDO DE MARRUECOS

Los judíos de descendencia marroquí tienen una de las tradiciones más ricas y pintorescas dentro de su cultura, por la mezcla judeo - árabe. La Henna o Henne es una ceremonia que se realiza una semana antes de la boda, en donde la mezcla de sentimientos, música, aromas, manjares, trajes típicos y bailes, ambientan la noche.

La novia vestida con un traje típico llamado berberisca, hecho en muchos de los casos, con hilos y adornos de oro, terciopelo y seda además de estar acompañado por una especie de corona o Hemar de terciopelo, bordado en oro con piedras y perlas; atrae las miradas de todos los que la rodean por su belleza y porque es la reina de la noche. Aunque el novio la acompaña con una túnica blanca y un sombrero rojo típico de marruecos.

Al final de la noche los padres, familiares y amigos llevan regalos especiales para los futuros esposos, entre ellos, joyas, piedras preciosas, anillos mientras los novios están sentados en unos "tronos" como si fueran príncipes. 

Finalmente, la Henna termina siendo el elemento primordial que nos traslada a miles y miles de años atrás, y esta es puesta en las manos de todos los invitados y envuelta con una cinta, para traer suerte.

Todos los judíos marroquíes por generaciones enteras, siguen practicando esta bella costumbre que entre velos,  manjares y alegría se festeja en cualquier parte del mundo en la que se encuentren.